Los símbolos de los ladrones para robar en los domicilios

Cada vez es menos frecuente que los robos a viviendas se produzcan de modo casual. Los ladrones han sofisticado mucho sus métodos y generalmente planifican con detalle sus actos delictivos, para evitar ser descubiertos y enfrentar cargos y penas de prisión.

Por eso, antes de cometer sus fechorías, los amigos de lo ajeno dedican un buen tiempo a recabar información sobre los inmuebles. Para ello realizan una trabajo previo de investigación, que les permite conocer los hábitos de sus residentes. ¿Cuántos son? ¿Cuáles son sus horarios? ¿Cuánto tiempo está sola la vivienda? Y cualquier otro dato que les resulte de utilidad, como la presencia de personas mayores o niños solos en hogar, los sistemas de seguridad, la presencia de mascotas o perros guardianes, etc.

La mayoría de los robos a viviendas son cometidos por bandas o grupos, que trabajan orquestadamente y en los que cada cual tiene un rol bien definido. Generalmente alguno de sus miembros es el encargado de estas labores de vigilancia, y pasa la información recabada quienes ejecutarán “el trabajo”.

Como es de suponer, no se acostumbra pasar informes o escritos muy detallados, sino que se apela a mensajes codificados fácilmente identificables por sus compañeros. En los últimos años los cuerpos de seguridad han logrado descifrar algunos de estos símbolos, pues aunque cada banda puede tener códigos propios y estos evolucionan constantemente, hay algunos que son comunes a todos y que han persistido a lo largo del tiempo.

Estos últimos son los que ocupan nuestra atención en este artículo, y queremos compartirlos contigo para que estés alerta y puedas identificarlos.

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¿Dónde puedo descubrir estos símbolos?

Estos mensajes cifrados permiten a los ladrones identificar los objetivos más adecuados para cometer sus fechorías. Así, avisan a sus compañeros si es relativamente fácil o seguro entrar a robar en una determinada vivienda, o si por el contrario es preferible no arriesgarse.

Como mencionamos anteriormente, se trata de informaciones breves, en forma de símbolos, que suelen dibujarse en la misma fachada de la vivienda, sobre la puerta o al lado de ella, las han visto hasta los chicos de instalación de escaparates en Madrid en alguna ocasión en su trabajo. Esto es lo más común, aunque cada grupo delictivo puede elegir el lugar que le resulte más discreto o conveniente.

De más está decir que no se trata de señales fácilmente visibles, pues la intención es que pasen desapercibidas para el propietario de la vivienda y las fuerzas de seguridad. Estamos hablando de imágenes muy pequeñas, que difícilmente miden más de un centímetro, dibujadas con materiales indelebles, como bolígrafos, o grabadas con punzones, para que no se borren en caso de lluvia.

En caso de descubrir alguna de estas marcas en tu vivienda, lo primero que debes hacer es tomarle una fotografía y avisar a las autoridades. Esto permitirá descifrar el mensaje y tomar las medidas que correspondan. Asimismo, procura eliminar la señal, sin que sea evidente. Es decir, evita hacer un manchón en la pared o pintar solo esa área, pues los ladrones sabrán que han sido descubiertos y pueden tomar represalias.

Símbolos y representación

Ahora que ya sabes como actuar, pasaremos a describir estas señales para que también sepas qué significan. Tal como advertimos, no es una lista exhaustiva ni infalible, pues es un código en permanente evolución, pero sin duda es una guía que te puede salvar de algún ataque.

Así, por ejemplo, una X encerrada en un círculo, indica que el propietario está por llegar, por lo que se dispone de poco tiempo para cometer el robo. Si el círculo contienen un reloj, quiere decir que, generalmente, cuando se llama al timbre la persona abre la puerta con la cadena puesta, lo que da al ladrón la posibilidad de apuntar con un arma por la rendija y forzarle a que permita su ingreso.

Para indicar que un inmueble se encuentra deshabitado, la señal utilizada es un rombo. Esto les informa a los delincuentes que se trata de una vivienda fácil de robar, en la que no tendrán que preocuparse por ser descubiertos.

Uno de los símbolos que más emoción puede causar a un ladrón es el de un vaso al que le falta uno de sus laterales. Esto quiere decir que se trata de un inmueble muy fácil de robar y muy apetecible. En caso de encontrarse con esta señal conviene actuar con premura, reforzando los sistemas de seguridad, pues no pasará mucho tiempo antes de que los delincuentes intenten cometer sus fechorías.

Este lenguaje es lo suficientemente elaborado como para expresar algunas características particulares de los habitantes de la vivienda. Por ejemplo, una L mayúscula al revés indica que se trata de personas compasivas, dispuestas a ayudar a otros. Para un ladrón esto supone una debilidad, pues les brinda la oportunidad de lograr acceder al hogar sin hacer uso de la fuerza, simplemente inventando una buena historia, capaz de conmover al bienintencionado propietario.

Con respecto a los horarios de los ocupantes, para indicar que una casa se encuentra vacía por las noches se utiliza un W, y si la vivienda está sola los domingos se marca una D con una línea en la parte inferior de la letra.

Un círculo con un número dentro suele indicar los meses del año en los que la vivienda se encuentra vacía. Es decir, un siete o un ocho en un círculo avisan que el inmueble está solo en los meses de julio o agosto. Si la casa está vacía por más de un mes, por ejemplo, en julio y agosto, se marcarán dos círculos, cada uno de ellos con el correspondiente número en su interior.

Asimismo, una X significa que en ese momento los residentes se encuentran de vacaciones, por lo que pueden actuar a sus anchas.

Para alertar sobre la cercanía y rapidez de respuesta de las fuerzas policiales, se dibuja un círculo vacío. Así el ladrón sabrá que, si decide ingresar a la vivienda, tendrá muy poco tiempo para actuar.

Para muchos ladrones el hecho de que una mujer viva sola equivale a un objetivo vulnerable. Por eso cuentan con un símbolo específico para identificar estos inmuebles y este es el dibujo de una cuna. Mucho cautela han de tener, sin embargo, cuando se trata de la señal que indica que varias mujeres residen en una casa, pues esto se marca con un rectángulo con líneas, al que le falta la que completa la forma por el lado derecho. Decimos que han de andarse con cuidado porque el símbolo de una casa con perro es la misma figura, pero con el rectángulo completo.

Cuando los vigilantes consideran que una vivienda es atractiva para ser robada y que la tarea no reviste mayor riesgo, avisan a sus cómplices con el símbolo de una cuerda en forma de f, con tres letras seguidas (fff). Esta figura puede alternarse con el dibujo de tres círculos consecutivos.

En caso de que los círculos estén dispuestos en forma vertical, uno encima de otro, se precisa, además, que es fácil ingresar a ese inmueble utilizando la técnica de palanca para forzar las cerraduras.

Entre las señales que disuaden a los ladrones se encuentra la de 5 líneas consecutivas. Esto indica que, por cualquier motivo, los ladrones no consideran interesante o factible el robo de esa vivienda. Aun si esta es la señal que encuentras en tu casa, no significa que debas bajar la guardia, pues nada te garantiza que los cacos cambien de parecer o encuentran una buena manera de atacar tu hogar.

La letra I es utilizada para indicar cuán interesante puede ser el botín que se consiga en un robo. Si se marcan cuatro I, separadas en pares por un guión (II-II), quiere decir que el riesgo de robar esa vivienda es superior a su atractivo. Tres I seguidas (III) significan que no hay nada atractivo en ese inmueble, por lo que se descarta el ataque. Por el contrario, dos I (II) señalan que se trata de la residencia de personas adineradas, por lo que cabe esperar que haya objetos de valor.

Por último, para indicar que un inmueble ha sido robado recientemente y que, en consecuencia, es poco probable que sea una operación rentable, se marca con una Y.

¿Cómo saben los ladrones que el inmueble está deshabitado?

Hasta hace poco, para determinar si un inmueble estaba desocupado, a los ladrones les bastaba con vigilar durante unos días y fijarse en el encendido de las luces o el movimiento de las persianas. Un buzón lleno de correspondencia, una persiana que nunca abre o una luz permanentemente apagada eran indicativos seguros de que la vivienda estaba deshabitada.

Por eso, las empresas de seguridad desarrollaron sistemas que permiten el control remoto de las luces y otros automatismos de la casa, para simular que hay cierto movimiento en ella. Pueden configurarse previamente o activarse en el momento que se desee. Cuando se programan, se corre el riesgo de fijar unos patrones repetitivos, encendiendo y apagando las luces exactamente a la misma hora todos los días, lo cual levantaría las sospechas de un ladrón avispado. Por otra parte, los buzones ya no son un problema, pues las comunicaciones digitales han disminuido considerablemente el volumen de los envíos físicos y, en último caso, siempre se puede recurrir a un amigo o vecino para que regularmente de una vuelta por casa y retire la correspondencia.

Pero conscientes de estas medidas disuasorias, los amigos de lo ajeno no se dejan engañar. Ahora se ha descubierto que los ladrones colocan pequeñas piezas de plástico, a modo de cuñas, en las puertas o ventanas. Pasados unos días regresan al inmueble y si comprueban que la pestaña no se ha movido o caído, saben que nadie ha entrado a la casa o abierto las ventanas. Esto es todo lo que necesitan para concluir que se trata de una vivienda vacía.